En esta parte del recorrido tengo que reflexionar sobre el tema: "Tecnologías de ayer y de hoy", y sobre mi propia percepción de los cambios en nuestras vidas que supone el advenimiento de la ERA DIGITAL, de cómo la misma acarrea una muy diferente actitud frente al conocimiento y su impacto en la cotidianeidad, las relaciones sociales, las identidades, etc.
No es un problema; puedo hacerlo volando bajito, contando que aprendí dactilografía en un instituto del barrio a los 15 años para trabajar en una pequeña empresa de importación durante el
boom de la apertura comercial de Martínez de Hoz (usaba una Olivetti, por supuesto!).
O que después, ya como estudiante universitaria, pasaba las siestas tipeando en una IBM Composer con memorias magnéticas los textos de dos revistas locales. Una bestia magnífica esa máquina: (nótese la bochita de tipografía, venían 3 distintas por tipo de letra: normal,
bold e
italic)
Gracias a ello, pasé años trabajando para investigadoras/es tipeando sus papers. Hasta que llegaron los "ordenadores personales" (así les llamaban los españoles) y la gran revolución: 👀cada investigador tipearía sus propios papers...😒 ¿En serio? Me parecía un absurdo, ¿por qué iban a hacerlo, si su práctica cotidiana era producir borradores a mano, con tachones y agregados y toda una tabla de muy personales tipos de sobreescritura?
El salto a lo que es hoy la docencia y la investigación, desde la perspectiva del uso de la tecnología para leer, escribir, producir, comunicarnos, es gigante. Tenemos incorporados estos dispositivos a nivel corporal/cerebral, al punto de que no queremos ya usar lápiz y papel y casi no reconocemos nuestra propia letra.
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Pero la verdad, debo decir que la consigna me pasa por abajo, por detrás. Adelante, tengo otra consigna, que me viene de la urgencia de pensar los cambios tecnológicos en nuestra vida hoy, en medio de una pandemia que no veíamos venir y de la que no puedo sustraerme.
Ante la zozobra que ello genera a nivel personal, comunitario y global, no puedo dejar de esbozar otras reflexiones. Sin que sea del todo circunscrita a la temática de la tarea, quiero dejar aquí planteada una argumentación que presiento me perseguirá ...
Argumentación en 3 pasos: 1) en principio...; 2) sin embargo...; 3) además...
1) En principio, las nuevas tecnologías son un paso adelante de la humanidad frente a los límites naturales, y también frente a los histórico-sociales: significan que los seres humanos superamos tendencialmente limitaciones ligadas al espacio y el tiempo, y podemos dejar atrás todo oscurantismo y dogmatismo en el manejo y la distribución del saber. Se trata de una opción optimista frente a las nuevas tecnologías.
Cientos, miles de seres humanos pueden recorrer el planeta. Varias veces, todo el tiempo. Durante todas sus vidas.
La aviación comercial llega a todas partes; hay vuelos a toda hora, en distintas plataformas y distintos servicios, para que tendencialmente todo el mundo pueda tener la experiencia de conocer otras culturas, descentrarse de la propia, admirarse, y hacer valer su capacidad para comunicarse e interactuar a nivel global, venciendo barreras obsoletas como la propia lengua y la propia comunidad.....
2) Sin embargo, no dejamos de sospechar que en la misma medida, crece el sentimiento de encierro y agotamiento de los cauces por los que camina la sociedad orientada tecnológicamente.
Dos filósofos contemporáneos muy leídos en la actualidad profundizan en esta línea:
- El surcoreano Byung-Chul Han (La sociedad del cansancio; Psicopolítica) arremete contra las
servidumbres voluntarias a las que adherimos, que nos encadenan y vacían la existencia, y ofrece importantes ejemplos del lugar de las tecnologías en esta serie de nuevas sujeciones.
- El italiano Bifo Berardi desarrolló una lectura muy original sobre la distinción antropológica entre conexión sensible y
conectividad. La primera es la experiencia del
homo sapiens, que le hace capaz de desarrollarse. La segunda, en cambio, suspende lo sensible y deja al humano capturado en redes maquínicas: "¿Están los humanos perdiendo esta habilidad (la sensibilidad) a medida que su comunicación pasa cada vez menos por la conjunción de cuerpos y cada vez más por la conexión de máquinas, segmentos, fragmentos sintácticos y materia semántica?".
Este escepticismo frente a las nuevas tecnologías también es susceptible de ser leído en clave "teológica": es el caso del filósofo Franz Hinkelammert, quien hace una crítica de
la razón mítica, esta vez del mito del progreso (mito moderno occidental, más mortífero que los mitos de otras culturas consideradas inferiores o "arcaicas").
3) Además, si al análisis de los filósofos se añaden los de la biología, la ecología y la geopolítica, vemos que
el sucederse de epidemias, pandemias y catástrofes no necesitan ser leídas en clave teológica para entristecernos porque, en verdad, presentan rasgos muy consecuentes con la inercia de los procesos mediante los cuales la cultura occidental, hoy globalizada o mundial, extiende su dominio sobre el planeta. Un dominio donde lo que manda es la disponibilidad de la naturaleza para la obtención ilimitada (¿no es esto mítico?) de recursos económicos; la muy velada ¡pero evidente! disponibilidad de los humanos
para lo mismo, y la consecuente deshumanización de las relaciones, de todas las relaciones.
Lo ilustro con una viñeta. En la misma, Robin atribuye la pandemia al azar y a las fuerzas naturales. Esa fórmula funciona como una equivalencia secularizada a otra formulación similar, la Providencia Divina. Se trataría de la misma teología. Lo verdaderamente a-teológico, o anti-religioso, o antidogmático, es intentar introducir claves más realistas a la reflexión sobre estos sucesos: ni desarrollo ineluctable de un acontecer divino, ni destino ni catástrofe, sino resultado de habernos "despreocupado" mientras hacíamos "nuestros proyectos personales" dejando en manos de los mercados -es decir, en manos de jugadores poderosísimos que buscan solamente su ganancia- las cuestiones atinentes a la dirección del desarrollo de la humanidad, a su capacidad para manejarse frente a la naturaleza, a su incapacidad para pensar en la trama de relaciones que produce y en las que se trama.
Batman le contesta a Robin con la palabra Zoonosis: es una pregunta que apunta a cuestionar la irrupción de las pandemias como si fuesen meros designios o de Dios o del azar; las zoonosis son enfermedades (de humanos) producidas por el cruce entre especies animales que se ven amenazadas y el ser humano.
(averiguar: ¿cuántos aviones gastan cuánto petróleo? una epidemia no puede sino ser pandemia global con esta aviación comercial, con este poder del deseo de viajar y ser viajero, pero ¿cuánto turismo soporta un proceso cultural? ¿cuántos pueblos arrasados son la otra cara de los sitios turísticos? ¿
gentrification?)
(buscar una cita de Fernando Pessoa contra ser turista en
El libro del desasosiego)
(la próxima vez juro adherirme a un talante menos apocalíptico)
A quien le interesen las referencias:
- Han, B.C. (2015) Psicopolítica. Barcelona: Herder.
- Berardi, F.B. (2018) Fenomenología del fin. Sensibilidad y mutación conectiva. Buenos Aires: Caja Negra.
- Hinkelammert, F. (2007). Hacia una crítica de la razón mítica. El laberinto de la modernidad. San José (Costa Rica): Arlequín.
Notas mías:
(
gracias youtube y blogger, estoy saliendo del cuaderno de papel)